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lunes, 27 de abril de 2020

TRASTORNOS DEL USO DE DROGAS Y ADICCIÓN



¿Qué son las drogas?
Son sustancias químicas que modifican el funcionamiento de nuestro cuerpo. Algunas son medicamentos que ayudan a la gente cuando los médicos se los recetan. Pero muchas de ellas carecen de utilidad médica.
Cuando se toman, las drogas encuentran la forma de llegar al torrente sanguíneo. Desde allí, llegan al cerebro y a otras partes del cuerpo. En el cerebro, las drogas pueden intensificar o bien absorber los sentidos, modificar el nivel de alerta de la persona y, a veces, reducir el dolor físico.
Por la forma las drogas que actúan en el cerebro, repercuten negativamente en la capacidad de tomar decisiones acertadas y de hacer elecciones saludables. Hasta beber alcohol hace que la gente se implique en situaciones peligrosas, como conducir bajo sus efectos o mantener relaciones sexuales sin protección.
Aunque las drogas pueden hacer sentir bien al principio, te pueden provocar daños importantes en el cuerpo y en el cerebro

La terminología confusa de trastornos de las drogas
La terminología de la dependencia, el abuso y la adicción a las drogas ha producido, durante mucho tiempo, una confusión que se deriva del hecho de que el uso repetido de ciertas drogas, puede producir cambios neuroplasticos que resultan en dos estados, claramente, anormales.
El primer estado es la dependencia, o dependencia “física”, producida cuando hay una adaptación farmacológica progresiva a la droga lo que resulta en tolerancia.
  • La tolerancia es una reacción normal que, a menudo, se confunde con un signo de “adicción”. En el estado de tolerancia, la repetición de la misma dosis de una droga produce un efecto menor. Si el fármaco se interrumpe bruscamente, sobreviene un síndrome de abstinencia, en el que las respuestas de adaptación no tienen oposición por la droga. La aparición de síntomas de abstinencia es el signo cardinal de la dependencia “física”.
La adicción, el segundo estado anormal producido por el uso repetido de una droga, ocurre solo en una minoría de aquellos que inician el consumo de drogas; la adicción conduce, de modo progresivo, al consumo compulsivo y fuera de control de las drogas. La adicción se puede considerar como una forma de memoria inadaptada. Esta comienza con la administración de sustancias (p. ej., la cocaína) o comportamientos (p. ej., la emoción del juego) que activan de forma directa e intensa los circuitos de recompensa cerebral. La activación de estos circuitos motiva el comportamiento normal, y la mayoría de los humanos simplemente disfruta de la experiencia, sin verse obligados a repetirla.


La distinción entre la dependencia y la adicción es importante porque los pacientes con dolor, a veces se ven privados de la adecuada medicación opiácea por sus médicos, solo porque han mostrado evidencia de tolerancia, o presentan síntomas de abstinencia, si la medicación analgésica se detiene o se reduce abruptamente.


Fenómenos farmacológicos:
Tolerancia
La respuesta más común al uso repetitivo de la droga, se puede definir como la reducción en la respuesta a esta droga, después de administraciones repetidas.  La tolerancia a algunos efectos de las drogas, se desarrolla mucho más rápido que a otros efectos de la misma droga. La discrepancia entre la tolerancia a los efectos euforizantes (rápida) y la tolerancia a los efectos sobre las funciones vitales, como la respiración y la presión arterial (lenta), puede conducir a sobredosis potencialmente fatales.

Dependencia
Es un estado que se desarrolla como resultado de la adaptación (tolerancia) producido por un restablecimiento de los mecanismos homeostáticos, en la respuesta al uso repetido de drogas. Una persona en este estado adaptado, o físicamente dependiente, requiere de la administración continua de la droga para mantener la función normal.

Síndrome de abtinencia

Los signos y síntomas de abstinencia se producen cuando la administración de la droga, en una persona físicamente dependiente, se termina de modo abrupto.  El tipo de síntomas de abstinencia depende de la categoría farmacológica de la droga que ocasiona la dependencia. Por tanto, la abstinencia a un estimulante causa sedación durante la privación de la droga.  La tolerancia, la dependencia física y la abstinencia  son las consecuencias naturales del uso de drogas.




Cocaína y otros psicoestimulantes
Cocaína
El abuso de cocaína en los hombres es, aproximadamente, el doble de frecuencia que en las mujeres. No todos los usuarios se vuelven adictos. Los efectos reforzantes de la cocaína y sus análogos se correlacionan mejor con su efectividad para inhibir al DAT, el transportador que recupera a la DA de la sinapsis. Esto conduce a un aumento de las concentraciones de DA en sitios críticos del cerebro. La cocaína causa un incremento de la dependencia de la dosis, en la frecuencia cardiaca y la presión arterial, junto con un aumento de la excitación, un mejor rendimiento en las tareas de vigilancia y estado de alerta, y una sensación de autoconfianza y bienestar. Cuando se toman cocaína y alcohol, al mismo tiempo, la cocaína puede transesterificarse a cocaetileno, que tiene la misma potencia que la cocaína para bloquear la recaptacion de dopamina.
Otros riesgos de la cocaína, más allá del potencial de adicción, incluyen arritmias cardiacas, isquemia de miocardio, miocarditis, disección aortica, vasoconstricción cerebral y convulsiones. La muerte por trauma también está asociada con el uso de la cocaína. La cocaína puede inducir el parto prematuro y la placenta abrupta. Se ha informado que la cocaína produce un orgasmo prolongado e intenso si se toma antes del coito, y los usuarios, a menudo, se entregan a una actividad sexual compulsiva y promiscua. Sin embargo, el consumo crónico de cocaína reduce el impulso sexual.

Anfetaminas y agentes relacionados
Los efectos subjetivos similares a los de la cocaína son producidos por la anfetamina, la dextroanfetamina, la metanfetamina, la fenmetrazina, el metilfenidato y el dietilpropión. Las anfetaminas aumentan la sináptica de la DA, la NE y la 5HT, principalmente al estimular la liberación presinaptica del neurotransmisor almacenado. La metanfetamina intravenosa o fumada provoca un síndrome de abuso/dependencia similar al de la cocaína.

Cafeína
La cafeína, estimulante suave, es la droga psicoactiva más utilizada en el mundo. Está presente en los refrescos, el café, él te, el cacao, el chocolate y en numerosos medicamentos recetados y de venta libre. La cafeína puede inhibir los nucleótidos cíclicos fosfodiesterasa; aumentar, levemente, la liberación de NE y DA y mejorar la actividad neuronal en numerosas áreas del cerebro. La cafeína se absorbe en el tracto digestivo, se distribuye con inmediatez por todos los tejidos y atraviesa, fácilmente, la barrera placentaria.  Estudios controlados han evidenciado que se ha producido un síndrome de abstinencia leve, al interrumpir de modo brusco, la ingesta de café, a tan solo una a dos tazas diarias. La abstinencia a la cafeína provoca sensación de fatiga y sedación. Con dosis más altas, se han reportado dolores de cabeza y nauseas durante la abstinencia; es poco común el vómito.

Canabinoides (marihuana)
La planta de cannabis se ha cultivado durante siglos por sus propiedades medicinales y psicoactivas. El humo de la combustión de la cannabis contiene muchos productos químicos, incluyendo 61 canabinoides diferentes que han sido identificados. El control del uso de la marihuana y el modo de hacerlo, aún no ha sido resuelto. La intoxicación con marihuana produce cambios en el estado de ánimo, la percepción y la motivación, pero los efectos que se buscan, más frecuentemente, son la “euforia” y la “relajación”. Los efectos varían con la dosis pero, por lo general, duran alrededor de 2 h. Mientras permanece el efecto, disminuyen las funciones cognitivas, la percepción, el tiempo de reacción, el aprendizaje y la memoria.  La marihuana también produce cambios complejos en el comportamiento como mareo y hambre creciente. Pueden ocurrir reacciones desagradables como pánico o alucinaciones, e incluso psicosis aguda. Estas reacciones se observan, por lo común, con dosis más altas y con ingestión oral, en lugar de la marihuana fumada. La marihuana tiene efectos medicinales, incluidas las propiedades antieméticas que alivian los efectos secundarios de la quimioterapia anticancerosa. También posee efectos relajantes musculares, propiedades anticonvulsivantes y la capacidad de reducir la presión intraocular elevada (glaucoma).


Agentes psicodélicos

Existen dos categorías principales de compuestos psicodélicos, las indolaminas y las fenetilaminas. Los alucinógenos indolaminicos incluyen el LSD, la DMT y la psilocibina. Las fenetilaminas incluyen a la mezcalina, DOM, MDA y MDMA. El LSD se absorbe rápidamente después de la administración oral, con efectos que comienzan a los 40 a 60 minutos; alcanza un máximo a las 2 a 4 horas y vuelve, de forma gradual, a la línea base durante más de 6 a 8 horas. A una dosis de 100 μg, el LSD produce distorsiones perceptivas y, algunas veces, alucinaciones, cambios de humor e incluso euforia, paranoia, o depresión, excitación intensa y, a veces, sensación de pánico. Los signos de ingestión de LSD incluyen dilatación pupilar, aumento de la presión sanguínea y el pulso, enrojecimiento, salivación, lagrimeo e hiperreflexia. Los efectos visuales son prominentes. Los colores parecen más intensos y las formas pueden aparecer alteradas. El sujeto puede centrar la atención en elementos inusuales, como el patrón de pelos en el dorso de la mano.

En los siguientes PDF podrán encontrar más información sobre el tema:


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