¿Qué son las
drogas?
Son
sustancias químicas que modifican el funcionamiento de nuestro cuerpo. Algunas son
medicamentos que ayudan a la gente cuando los médicos se los recetan. Pero muchas
de ellas carecen de utilidad médica.
Cuando
se toman, las drogas encuentran la forma de llegar al torrente sanguíneo. Desde
allí, llegan al cerebro y a otras partes del cuerpo. En el cerebro, las drogas
pueden intensificar o bien absorber los sentidos, modificar el nivel de alerta
de la persona y, a veces, reducir el dolor físico.
Por
la forma las drogas que actúan en el cerebro, repercuten negativamente en la
capacidad de tomar decisiones acertadas y de hacer elecciones saludables. Hasta
beber alcohol hace que la gente se implique en situaciones peligrosas, como
conducir bajo sus efectos o mantener relaciones sexuales sin protección.
Aunque
las drogas pueden hacer sentir bien al principio, te pueden provocar daños
importantes en el cuerpo y en el cerebro.
La terminología confusa de trastornos de las drogas
La
terminología de la dependencia, el abuso y la adicción a las drogas ha
producido, durante mucho tiempo, una confusión que se deriva del hecho de que
el uso repetido de ciertas drogas, puede producir cambios neuroplasticos que
resultan en dos estados, claramente, anormales.
El primer estado es la dependencia, o dependencia “física”, producida cuando hay una adaptación farmacológica progresiva a la droga lo que resulta en tolerancia.
- La tolerancia es una reacción normal que, a menudo, se confunde con un signo de “adicción”. En el estado de tolerancia, la repetición de la misma dosis de una droga produce un efecto menor. Si el fármaco se interrumpe bruscamente, sobreviene un síndrome de abstinencia, en el que las respuestas de adaptación no tienen oposición por la droga. La aparición de síntomas de abstinencia es el signo cardinal de la dependencia “física”.
La adicción, el segundo estado anormal producido por el uso repetido de una droga, ocurre solo en una minoría de aquellos que inician el consumo de drogas; la adicción conduce, de modo progresivo, al consumo compulsivo y fuera de control de las drogas. La adicción se puede considerar como una forma de memoria inadaptada. Esta comienza con la administración de sustancias (p. ej., la cocaína) o comportamientos (p. ej., la emoción del juego) que activan de forma directa e intensa los circuitos de recompensa cerebral. La activación de estos circuitos motiva el comportamiento normal, y la mayoría de los humanos simplemente disfruta de la experiencia, sin verse obligados a repetirla.
La
distinción entre la dependencia y la adicción es importante porque los
pacientes con dolor, a veces se ven privados de la adecuada medicación opiácea
por sus médicos, solo porque han mostrado evidencia de tolerancia, o presentan síntomas
de abstinencia, si la medicación analgésica se detiene o se reduce
abruptamente.
Fenómenos farmacológicos:
Tolerancia
La respuesta más común al uso repetitivo
de la droga, se puede definir como la reducción en la respuesta a esta droga, después
de administraciones repetidas. La
tolerancia a algunos efectos de las drogas, se desarrolla mucho más rápido que
a otros efectos de la misma droga. La discrepancia entre la tolerancia a los
efectos euforizantes (rápida) y la tolerancia a los efectos sobre las funciones
vitales, como la respiración y la presión arterial (lenta), puede conducir a
sobredosis potencialmente fatales.
Dependencia
Es un estado que se desarrolla como resultado
de la adaptación (tolerancia) producido por un restablecimiento de los
mecanismos homeostáticos, en la respuesta al uso repetido de drogas. Una persona
en este estado adaptado, o físicamente dependiente, requiere de la administración
continua de la droga para mantener la función normal.
Síndrome de abtinencia
Los signos y síntomas de abstinencia se producen
cuando la administración de la droga, en una persona físicamente dependiente,
se termina de modo abrupto. El tipo de síntomas
de abstinencia depende de la categoría farmacológica de la droga que ocasiona
la dependencia. Por tanto, la abstinencia a un estimulante causa sedación
durante la privación de la droga. La
tolerancia, la dependencia física y la abstinencia son las consecuencias naturales del uso de
drogas.
Cocaína y otros psicoestimulantes
Cocaína
El abuso de cocaína en los hombres es,
aproximadamente, el doble de frecuencia que en las mujeres. No todos los
usuarios se vuelven adictos. Los efectos reforzantes de la cocaína y sus
análogos se correlacionan mejor con su efectividad para inhibir al DAT, el
transportador que recupera a la DA de la sinapsis. Esto conduce a un aumento de
las concentraciones de DA en sitios críticos del cerebro. La cocaína causa un incremento
de la dependencia de la dosis, en la frecuencia cardiaca y la presión arterial,
junto con un aumento de la excitación, un mejor rendimiento en las tareas de
vigilancia y estado de alerta, y una sensación de autoconfianza y bienestar.
Cuando se toman cocaína y alcohol, al mismo tiempo, la cocaína puede
transesterificarse a cocaetileno, que tiene la misma potencia que la cocaína
para bloquear la recaptacion de dopamina.
Otros riesgos de la cocaína, más allá del potencial
de adicción, incluyen arritmias cardiacas, isquemia de miocardio, miocarditis,
disección aortica, vasoconstricción cerebral y convulsiones. La muerte por
trauma también está asociada con el uso de la cocaína. La cocaína puede inducir
el parto prematuro y la placenta abrupta. Se ha informado que la cocaína produce
un orgasmo prolongado e intenso si se toma antes del coito, y los usuarios, a
menudo, se entregan a una actividad sexual compulsiva y promiscua. Sin embargo,
el consumo crónico de cocaína reduce el impulso sexual.
Anfetaminas y agentes relacionados
Los efectos subjetivos similares a los de
la cocaína son producidos por la anfetamina,
la dextroanfetamina, la metanfetamina, la fenmetrazina, el metilfenidato y el dietilpropión. Las anfetaminas
aumentan la sináptica de la DA, la NE y la 5HT, principalmente al estimular la liberación
presinaptica del neurotransmisor almacenado. La metanfetamina intravenosa o
fumada provoca un síndrome de abuso/dependencia similar al de la cocaína.
Cafeína
La cafeína, estimulante suave, es la droga
psicoactiva más utilizada en el mundo. Está presente en los refrescos, el café,
él te, el cacao, el chocolate y en numerosos medicamentos recetados y de venta
libre. La cafeína puede inhibir los nucleótidos cíclicos fosfodiesterasa;
aumentar, levemente, la liberación de NE y DA y mejorar la actividad neuronal en
numerosas áreas del cerebro. La cafeína se absorbe en el tracto digestivo, se
distribuye con inmediatez por todos los tejidos y atraviesa, fácilmente, la
barrera placentaria. Estudios
controlados han evidenciado que se ha producido un síndrome de abstinencia
leve, al interrumpir de modo brusco, la ingesta de café, a tan solo una a dos
tazas diarias. La abstinencia a la cafeína provoca sensación de fatiga y sedación.
Con dosis más altas, se han reportado dolores de cabeza y nauseas durante la
abstinencia; es poco común el vómito.
Canabinoides (marihuana)
La planta de cannabis se ha cultivado durante
siglos por sus propiedades medicinales y psicoactivas. El humo de la combustión
de la cannabis contiene muchos productos químicos, incluyendo 61 canabinoides
diferentes que han sido identificados. El control del uso de la marihuana y el
modo de hacerlo, aún no ha sido resuelto. La intoxicación con marihuana produce
cambios en el estado de ánimo, la percepción y la motivación, pero los efectos
que se buscan, más frecuentemente, son la “euforia” y la “relajación”. Los
efectos varían con la dosis pero, por lo general, duran alrededor de 2 h.
Mientras permanece el efecto, disminuyen las funciones cognitivas, la
percepción, el tiempo de reacción, el aprendizaje y la memoria. La marihuana también produce cambios complejos
en el comportamiento como mareo y hambre creciente. Pueden ocurrir reacciones
desagradables como pánico o alucinaciones, e incluso psicosis aguda. Estas
reacciones se observan, por lo común, con dosis más altas y con ingestión oral,
en lugar de la marihuana fumada. La marihuana tiene efectos medicinales,
incluidas las propiedades antieméticas que alivian los efectos secundarios de la
quimioterapia anticancerosa. También posee efectos relajantes musculares,
propiedades anticonvulsivantes y la capacidad de reducir la presión intraocular
elevada (glaucoma).
Agentes psicodélicos
Existen dos categorías principales de
compuestos psicodélicos, las indolaminas y las fenetilaminas. Los alucinógenos
indolaminicos incluyen el LSD, la DMT y la psilocibina. Las fenetilaminas
incluyen a la mezcalina, DOM, MDA y MDMA. El LSD se absorbe rápidamente después
de la administración oral, con efectos que comienzan a los 40 a 60 minutos;
alcanza un máximo a las 2 a 4 horas y vuelve, de forma gradual, a la línea base
durante más de 6 a 8 horas. A una dosis de 100 μg,
el LSD produce distorsiones perceptivas y, algunas veces, alucinaciones, cambios
de humor e incluso euforia, paranoia, o depresión, excitación intensa y, a
veces, sensación de pánico. Los signos de ingestión de LSD incluyen dilatación
pupilar, aumento de la presión sanguínea y el pulso, enrojecimiento, salivación,
lagrimeo e hiperreflexia. Los efectos visuales son prominentes. Los colores
parecen más intensos y las formas pueden aparecer alteradas. El sujeto puede
centrar la atención en elementos inusuales, como el patrón de pelos en el dorso
de la mano.
En
los siguientes PDF podrán encontrar más información sobre el tema:
PDF1: https://www.unodc.org/documents/scientific/Terminology_and_Information_on_Drugs_S_3rd_Edition.pdf
es muy cierto el cafe puede ser una adiccion sin darnos cuenta
ResponderEliminarMuy buena informacion felicidades.
ResponderEliminarbuena informacion
ResponderEliminarExelente Información!!!👌
ResponderEliminarMe gusto buena informacion
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